martes, 14 de julio de 2009

Satchidananda: Existencia, Conciencia y Dicha absolutas


El Ser es lo más sutil de todas las cosas sutiles. Es sumamente secreto y misterioso, no tiene ni nombre, ni color, ni forma. Aunque no tiene atributos, los sabios han descrito su naturaleza como satchidananda: existencia, conciencia y dicha absolutas.


Sat significa Verdad absoluta. La Verdad que existe en todos los lugares, en todas las cosas y en todos los tiempos. Si eso no fuese Omnipresente no sería la Verdad, no tendría existencia absoluta. Por ejemplo: una silla que existe en Nueva York no existe en Los Ángeles. Existe ahora, pero no existió el año pasado. Así que la silla no tiene existencia absoluta. Pero el Ser existe en el este, en el oeste, en el norte y en el sur. El Ser existe en todos los países. Está aquí hoy, estaba aquí ayer y estará aquí mañana. El Ser no está limitado por ningún sitio, cosa o tiempo. Dios, el Ser, existe en todos los sitios en su plenitud. Estando presente en todas las cosas, Él está presente dentro de nosotros.


Chit es conciencia que ilumina todas las cosas. Chit nos hace concientes de todos los objetos exteriores, así como de nuestros sentimientos interiores. Cuando estamos preocupados o infelices la conciencia ilumina estos sentimientos, y cuando sentimos dicha, la conciencia nos hace también concientes de esto. Nos hace concientes de que el Ser existe dentro, y si pensamos que el Ser no existe porque no lo hemos visto, también es chit que nos hae surgir este discernimiento. Chit ilumina lo que realmente existe en todos los lugares, cosas y tiempo. El Ser es chit y se ilumina a sí mismo como a todo lo demás.


Ananda es dicha y sólo puede comprenderse después que la alcancemos. La naturaleza del Ser como sat y chit se puede discutir. Pero la dicha del Ser hay que experimentarla en meditación. Esta dicha es mucho más grande que la dicha que surge al ver una forma hermosa, al oir un sonido melodioso, al probar una comida deliciosa o al experimentar la suavidad del tacto. Los placeres nacidos de los sentidos dependen de los sentidos, y si los objetos del placer desaparecen la dicha también desparece. Pero la dicha del Ser no depende de ningún factor externo. Es completamente independiente; surge espontáneamente desde dentro. Cuando la mente y el intelecto se acercan al Ser son capaces de experimentar esta dicha. La dicha del Ser se renueva a si misma constantemente. El gran ser Jñaneshvar Maharaj dijo “El resplandor del Ser es siempre nuevo.”


Swami Muktananda

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