viernes, 4 de febrero de 2011

La práctica de yoga conduce a la meditación

Hoy vamos a ver cómo las prácticas del Yoga nos conducen a la meditación. Tomemos una ilustración: con ocho pancitos se me va el hambre y me pregunto por qué pierdo tiempo comiendo los ocho pancitos. Un día puse los ocho en frente y comí el octavo primero pero el hambre no se sació. ¿Qué sucedió? El octavo pan saciaba mi hambre sólo cuando había comido los anteriores. De igual manera, sin practicar Yamas y Niyamas,  no es posible la meditación. Así como no es posible saciar el hambre sólo con el octavo pan. Sin ir sistemáticamente a través de la disciplina del Yoga no hay progreso posible. 

Dos sutras definen el Yoga: "Yoga citta vrtti nirodah" y "Tada drastuh svarupe vasthanam". "Cuando estamos libres de pensamientos nos establecemos en nuestro propio Ser". El Yoga no es sólo no pensar, sino que debemos establecernos en nuestra esencia.

Los asanas (posturas) no son difíciles de practicar, pero se requieren los Yamas y Niyamas para que el asana sea adecuado. El yoga sadhana  (la práctica de la disciplina yóguica) es también cómo nos relacionamos nosotros con el mundo. Si peleamos con él, no estamos preparados para los asanas. Debemos relacionarnos con el mundo con amor, compasión y comprensión. 

El método más simple es respetar a todo y a cada uno en este mundo. Y finalmente nos beneficiamos nosotros. Si respeto a alguien, no es la persona quien se beneficia sino yo mismo. Cuando actuamos en el mundo con respeto y reverencia eso es Yamas. 

En relación con los Niyamas no debemos ser un problema para nosotros mismos. La mayor parte del tiempo lo somos por tres modos: haraganería, dormir en exceso y repetir siempre el mismo error. 

Cuando practicamos Yamas y Niyamas recién podemos practicar asanas que es "Sthira-sukham-asanam", que es felicidad estable. Para lograr el asana, hay dos prácticas que introducir: con relajación de esfuerzo, es decir, sin esfuerzo ("prayatna-saithilya") o uniéndose con el infinito ("ananta samapattibhyam"). 

Cuando la vida es sin esfuerzo y nos unimos en absoluta felicidad nada nos perturba; estamos en casa, en cualquier lugar, con cualquier persona, no hay sentido de los otro sino de unidad. Si estamos en casa con todos, esto ayuda al bien del mundo. Cuando estamos cómodos con nosotros mismos, lo estamos con los demás.


Swami Anubhavananda
Centro de Eutonía y Yogaterapia 
Instituto de Yoga de Lonavla